La criocámara también conocida como criosauna es un innovador dispositivo que provee tratamientos de crioterapia de cuerpo completo con temperaturas extremedamente frías. La criocámara/criosauna se ha convertido en una de las formas más ampliamente aplicadas en la terapia de cámara criogénica. Su popularidad ha crecido en diversas áreas del deporte, la salud y el bienestar. Al utilizar el dispositivo de la cámara de crioterapia, actualmente, contamos con los medios para estimular la recuperación del cuerpo de forma más rápida, aliviar el dolor, disminuir la inflamación, aumentar la movilidad, fuerza, flexibilidad, mejorar la condición de muchas enfermedades autoinmunes, incrementar la producción de colágeno y reducir la celulitis. Para lograr estos resultados deseados, se aprovechan las condiciones de temperaturas extremas de las criocabinas, mismas que oscilan entre los 110°C y -160°C.
Para proporcionar temperaturas extremadamente bajas dentro de la cabina del cliente, el sistema combina los vapores del nitrógeno líquido con aire. Antes de que una serie de sesiones comience, el Criosauna-Criocámara es preenfriado a una temperatura estándar, una vez que la unidad ha completado el proceso de preenfriamiento de la criocabina del cliente, la unidad está lista para los tratamientos. En una sesión de crioterapia, las temperaturas estándar oscilan entre los -110°C to -160° según el modo de operación. La duración de la sesión puede variar de 2 a 3.5 minutos. Los ajustes y los modos pueden ajustarse en cualquier momento del tratamiento si el cliente solicita temperaturas más bajas o una sesión más larga.
Mientras está en funcionamiento, el aire extremadamente frío disminuye la temperatura de la piel, lo que provoca que el cuerpo reaccione iniciando el proceso de vasoconstricción. La vasocontricción tiene lugar como una reacción defensiva del cuerpo ante ambientes extremos. Una vez que el tratamiento ha finalizado y la estimulación en frío termina, el proceso de vasodilatación entra en acción y permite que la sangre regrese a aquellas áreas de las que fue expulsada. Cuando el cliente sale de la máquina criogénica, puede experimentar una oleada de endorfinas, efecto que puede durar hasta 4 horas, así como la sensación de incremento en el flujo sanguíneo a través de las extremidades.
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